La premisa fundamental de esta serie radica en la afirmación de que el único instrumento para la vida es el propio cuerpo, y en él reside la última verdad. Esta afirmación resuena a lo largo de la historia de la humanidad, donde nuestro cuerpo ha sido utilizado como un lienzo para expresar lo que llevamos en nuestro interior. A través de la pintura, el dibujo, la escritura y otras formas de marca, hemos buscado comunicar aspectos íntimos y profundos de nuestra existencia al mundo exterior.
Este fenómeno es de vital importancia para nuestra especie, ya que desde tiempos inmemoriales, las tribus han encontrado en los signos pintados sobre la piel una forma de identificación y pertenencia. Los diseños que adornan el cuerpo han servido para señalar categorías, rangos y castas dentro de un grupo, convirtiendo cada cuerpo en un relato viviente de su historia y cultura. Cada símbolo inscrito en la piel lleva consigo un misterio y un significado que trasciende el tiempo y el espacio, lo que resalta la conexión intrínseca entre el cuerpo humano y el arte.
Al considerar que todo cuerpo es sagrado y que cada símbolo encierra un misterio, esta serie crea una fusión poderosa entre estos dos elementos. Los cuerpos, desnudos y marcados, se convierten en portadores de una verdad profunda, donde el discurso visual se manifiesta con rotundidad. Aquí, la desnudez no es simplemente una ausencia de vestimenta, sino un acto de valentía que revela la vulnerabilidad y la fortaleza inherentes al ser humano.
Esta serie es, en esencia, un homenaje a todas las personas que han luchado y continúan luchando contra la fragilidad de su cuerpo frente a las injusticias del mundo. Utilizando la fuerza de su conciencia y su entrega por amor al prójimo, estas personas representan la resistencia y la dignidad en un contexto donde la vulnerabilidad a menudo se traduce en desventaja. La obra se erige como una llamada de atención a nuestros tiempos, en los que las apariencias globales pueden oscurecer las verdades más profundas; aquí, el cuerpo se convierte en una catedral de los traumas, un espacio donde se inscriben las historias de sufrimiento y esperanza.
El trabajo de Germán Sigwald en los textos que acompañan las imágenes del catálogo, ha sido fundamental para enriquecer la experiencia visual. Su contribución complementa y profundiza el mensaje que la Serie busca transmitir, transformando cada obra en un diálogo profundo entre el arte, el cuerpo y la experiencia humana.
Sebastián Delacroix®